Colgante de cerámica esmaltada con el rosetón de la catedral de Burgos en relieve.  Es una reproducción de esta joya de la arquitectura gótica construida entre los siglos XIII y XV. La cerámica va protegida con un engaste bañado en plata y lleva un cordón negro de algodón con nudo corredizo para ajustarlo al largo deseado.

Hecho en arcilla blanca cocida a 1.000ºC y luego esmaltada a pincel con una segunda cocción a 1.020 ºC.  El engaste cubre la pieza alrededor  y por detrás además de darle brillo y solidez. Se puede mojar, lavar… es sumergible. Se presenta en cartulina con una breve información de la historia de la catedral y hay ocho colores disponibles.  Pesa 11 gramos y mide 30 mm de diámetro.