Historia

Mi nombre es Laura y soy la artesana detrás de cada pieza MIGA. La producción artesanal es el oficio de mis padres (y antes lo fue de mi abuelo) y a mí siempre me ha gustado fabricar cosas con mis propias manos. MIGA viene de A-MIGA. Durante años viví en Brasil, en una gran ciudad del sur llamada Porto Alegre. Allí las mujeres se llaman así las unas a las otras. En 2019 volví a España junto a mi familia con la intención de que nuestro hijo pudiese conocer los lugares en los que yo me crié. Esta idea, en tiempos de pandemia, nos trajo no solo a Cantabria como a Cahecho, el pueblo lebaniego de 40 habitantes donde nació mi padre. Desde aquí he conseguido dedicarle tiempo y mucho esfuerzo a pensar MIGA, un proyecto que llevaba rondándome años, pero que nunca había conseguido priorizar.

Proyecto

MIGA nace de mi voluntad de fabricar mis propios diseños en un mundo saturado de cosas. He invertido mucho tiempo en buscar los materiales idóneos para las piezas prácticas, cómodas y con estilo que quería fabricar. Mi conclusión es que los materiales más sostenibles son los que ya existen y que es imprescindible priorizar su uso a la hora de confeccionar accesorios de moda. Por eso escojo trabajar con materiales reciclados y reciclables.

Equipo

Como este es un proyecto tan personal, al final las cosas que más me importan a mí, Laura, acaban brotando en MIGA, así que MIGA también apuesta por la colaboración entre mujeres (porque juntas somos más fuertes) y por la valorización de nuestro patrimonio cultural. Los primeros tres estampados, diseñados por la ilustradora cántabra Akesi Martinez, están inspirados por los paisajes y las personas que me han acompañado mientras construía la marca. Cuentan historias del Valle, de su flora, su fauna y sus costumbres.