Historia

Qoolst es una marca española de carácter urbano, producto de nuestras vivencias en Londres, Ámsterdam, Paris, Nueva York, Montevideo y Buenos Aires.

En las últimas décadas hemos conocido otras formas de vivir, de relacionarse y de sentir la moda como medio de expresión. Sumergirnos en distintas sociedades nos ha inspirado a lanzar Qoolst: una marca fresca, atrevida, llena de color y con altos estándares de calidad respetando siempre precios justos.

Nuestras colecciones evolucionan con la marca: desde piel de vacuno hasta algodón ecológico y cuero regenerado, pasando por gafas de sol, bisutería y una primera línea textil. Qoolst está en constante movimiento, y esto nos hace diferentes.

Conocemos la trazabilidad de nuestros productos, fabricados en España con materia prima de primera calidad y acabados de talleres altamente cualificados, cercanos y comprometidos con el medio ambiente.

Proyecto

Nuestra propuesta de valor se basa en soluciones pensadas para las personas que buscan estar constantemente en tendencia, y que no quieren aferrarse a modelos específicos ni a una tipología de prendas concretas.

Podemos ofrecer un universo de posibilidades de diseño al compás del ritmo de la sociedad y de manera sostenible.

Huimos de la producción en masa, de las cadenas de producción anónimas y altamente contaminantes. Y defendemos la Excelencia en todo lo que hacemos. Queremos ser un referente para las personas que buscan exclusividad en el diseño, el proceso de producción, los materiales, su origen, su trazabilidad hasta llegar al punto de venta, y el respeto por el planeta.

Equipo

El equipo de Qoolst está compuesto por tres personas.

Nuestros proveedores y colaboradores son personas en las que creemos y confiamos, y con las que tenemos nexos que han perdurado a lo largo de los años. Todos y cada uno de ellos aportan su experiencia y profesionalidad, además de identidad y calidad humana a nuestro proyecto.

Tenemos un acentuado sentimiento de pertenencia.

Durante la pandemia, coincidiendo con los primeros pasos de la marca, fuimos testigos de los duros momentos que atravesaron nuestros talleres, proveedores y colaboradores. Supimos adaptarnos a la adversidad, anteponiendo el factor humano a cualquier tipo de interés. De esta experiencia salimos especialmente reforzados como equipo, y aprendimos que detrás de todos y cada uno de los eslabones de nuestra cadena de producción había una historia, una familia: personas.