Recuperamos el sello dedicado al quinto centenario del inicio de las revueltas comuneras, que recoge una ilustración donde se pueden ver varios puños en alto como reflejo del pueblo que un día se levantó contra el gobierno de un rey con el que se sentía oprimidos. Este sello se enmarca dentro de nuestra colección  efemérides. Se vende en pack de 5 sellos.


HISTORIA

Carlos I llegó a Castilla en 1517 sin conocer ni el idioma ni las costumbres españolas. Tras la muerte de su padre en 1506 y la ausencia de su madre, Juana la Loca, fue criado por su tía Margarita de Austria en la Corte de Malinas. Aunque tuvo como preceptor al español Luis de Vaca, su educación se desarrolló principalmente en un entorno cultural francófono. Al ser proclamado rey de España, se rodeó de colaboradores borgoñones a quienes otorgó importantes cargos.

Carlos I utilizó los recursos y los aumentos de impuestos, principalmente de Castilla, para cubrir gastos externos y financiar sus intereses en el imperio alemán. Esto generó desconfianza entre los castellanos, quienes organizaron una rebelión contra él: la revuelta de las Comunidades, entre 1520 y 1522, con Toledo como núcleo central, aunque se extendió por gran parte del territorio.

La revuelta comenzó en las ciudades que intentaban reivindicar su identidad castellana y se trasladó a los pueblos en forma de revueltas anti señoriales.

En Valencia, se inició una sublevación similar, pero de tipo social: las Germanías, que se desarrollaron entre 1519 y 1523 con el objetivo de reducir la deuda pública. Posteriormente, este movimiento se trasladó a Mallorca.

Todas estas revueltas fueron sofocadas con dureza, aunque lograron que Carlos I comenzara a valorar a los castellanos: otorgó importantes cargos a la nobleza castellana y creó nuevos consejos de Estado, Hacienda, Indias e Italia.

El rey estaba apremiado a acabar con estas revueltas ya que Francisco I de Francia intentaba invadir España a través de Navarra, con la intención de llegar a Castilla.

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